Nuevas Necesidades; Nuevas Oportunidades y Nuevos Empleos.
Ahora que la cosa parece que pinta muy mal. Que las palabras ERTE y ERE – confiemos en que de estos últimos sean los menos posibles – se han metido en nuestras vidas, y en nuestro vocabulario, es momento de ver la botella medio llena. España tiene por delante una situación muy complicada por el poco margen del Estado para actuar dado nuestro elevado nivel de deuda y el déficit de los años anteriores donde, en mi opinión, no se recortó el déficit lo suficiente. Aunque eso es fácil decirlo y muy difícil el hacerlo.
Somos todos conscientes que la situación económica es complicada y lo va a ser por unos años. Sabemos que algunos sectores van a quedar especialmente tocados y que, algunas ciudades, y muy especialmente algunas zonas emblemáticas, como la Gran vía de Madrid, por ejemplo, presentan un escenario dantesco, por no decir apocalíptico. Imaginemos otras en las que no se pone el foco. Pero si, justo ahora, es el momento de tratar de reinventarnos. Claro que es mejor hacer los cambios en momentos de plenitud y potencia, pero dado que no solemos acordarnos de Santa Barbara hasta que comienza a tronar pues debemos aprovechar el caos para reorganizarnos y crecer o mejorar, o cambiar. Es justo el momento de intentar transformar el modelo productivo. Cuanto antes empecemos mejor y las palancas las tiene el Estado.
Para los particulares es el momento de estar alertas y ver las nuevas oportunidades, o como reza el lema que mueve a nuestra Fundación y debería mover más al Tercer Sector; Nuevas necesidades; nuevas oportunidades y nuevos empleos.
Justo ahora es el momento de seguir la estrategia del salmón y resistir cuando la corriente nos quiere llevar – interesante el libro Actitud Salmón de Alex Ochoa de Aspuru – . Y ese resistir empresarial es también ser capaces de ver el toro detrás de la ladera y no cuando lo tenemos al lado, como diría Fernando Lallana en su libro sorbos de emprendimiento. Y así evitar situaciones que vivimos en el 2010 y se repiten en el 2020 porque no se ha hecho casi nada para cambiar el modelo o reducir la dependencia de nuestra economía del Turismo y la hostelería / hoteleria.
Si somos capaces de detectar esas necesidades, y transformarlas en nuevos productos o nuevas empresas o proyectos, seremos capaces de generar nuevas oportunidades de desarrollo económico y empleo. Es el momento de no dejarnos llevar por la subvencionitis – pura droga empresarial, muy placentera a corto y mientras se mantenga la dosis, pero un desastre si falla el suministro – y ser autónomos y hacernos fuertes. Eso no significa no obtener las ayudas de la Administración en un momento nefasto como este. Máxime con la supervalorada y extraordinaria gestión de nuestros representantes públicos…y poco púdicos. Por supuesto que el Estado debe promover las ayudas y la inversión pública. En la escala que corresponda, pero sin generar dependencias, especialmente las políticas, y creando oportunidades y empleos.
Como siempre, cuando opinamos lo hacemos poniéndonos delante nosotros, para opinar también con el ejemplo y con transparencia. Nuestra fundación tiene casi todos sus proyectos empresariales vinculados al ocio, la hostelería, el turismo – justo lo que se debe cambiar – ¿seremos capaces de aguantar? Nos enfrentamos al mayor reto desde que iniciamos nuestros proyectos empresariales hace ya quince años y muy pronto tendremos la respuesta. Con la fe del carbonero no solo no nos rendimos…pensamos en nuevas oportunidades y ya trabajamos en ellas. Para reinventarnos. Sin desmantelar los proyectos e inversiones actuales, pero buscando nuevas oportunidades que generen nuevos empleos.
No solamente es Si se puede, es si se debe. No es solo poder, es querer y ahí es donde la mayoría hacemos aguas. ¡Esto no pretende ser motivacional y si una llamada al olfato de emprendedor ya que en los momentos más duros es cuando surgen nuevas oportunidades y como diría Cela, en España quien resiste gana! También es el momento de los patriotas. No de los de boquilla, de los que les duele que España baje tantos y tantos puestos en el ranking económico mundial y no importa si son de un color o de otro. Lo que importa es lo que hagan ahora que España lo necesita. Algunos han dado ejemplos extraordinarios en la crisis sanitaria y han mantenido a la totalidad de la plantilla, con el 100% de su nómina, y sin gastar recursos de todos, a los que tendrían perfecto derecho, pero que han decidido no usar. Algunos dirán que lo hacen para poder despedir luego, y otros que ya nos roban bastante durante el resto del tiempo. Lo malo es que quien lo dice no sabemos que empleo ha creado, ni cuantos impuestos paga. Nuestra admiración por esos empresarios que sirven de modelo para otros.
Esas nuevas necesidades, nuevas oportunidades y nuevos empleos tienen que reducir nuestra dependencia del sector turismo, sin renunciar a mejorar las cifras mas altas que hayamos tenido en ejercicios anteriores. Ojalá repitamos los millones y millones de los turistas que nos visitaban. Nos va un gran riesgo como Fundación en ello así que ojalá. A fin de cuenta somos un país de Sol y Playa y no lo podemos evitar. Otros en el mar del Norte tienen petróleo y no lo pueden evitar. Y bien que lo aprovechan para, como en el caso de Noruega, tener ya el mayor fondo soberano del mundo. Somos lo que somos y tenemos lo que tenemos, pero si se puede reducir el monocultivo, si se puede mejorar la gestión y generar ahorros vinculados al turismo, si se puede ayudar en empresas industriales., o las que vinculan el sector industrial con la potente tecnología. Tenemos ejemplos sobrados en la industria textil, galletera, automoción, etc. Necesitamos empresas de gente normal, no superprogramadores . que también – la tecnología más allá de las puntocom – y podemos y debemos ampliar nuestra capacidad de exportar mas y mejores productos a otros países. Y eso no significa pensar en empresas muy grandes. Se trata de crear productos exportables, de alto valor añadido y si es posible que se fabriquen aquí…casi nada.
¿cuáles son esas nuevas necesidades? Necesitamos emprendedores que las detecten para unos nuevos felices años 20 y siguientes.