Comunidad Iberoamericana; tercer sector y empleo
La península ibérica, por historia, por relaciones familiares, lengua, por aspectos económicos y por mas motivos que seguro que se nos ocurren, debe tener un ojo en Europa, pero el otro debe estar en Iberoamérica. Es mucho mas fácil, nos guste o no, para un Portugués, y para un Español, sentirse más próximo de un Brasileño, o de un Argentina, Colombiano, Chileno, Uruguayo o Mejicano, que de un alemán, holandés o húngaro, por ejemplo.
La unión ha progresado mucho en los últimos 25 años, y España aún más en su cercanía a la UE, y por el contrario la Comunidad Iberoamericana de Naciones se encuentra estancada, y no solo no avanza, se resquebraja y se aleja cada vez más. Los intentos de Mercosur, como embrión de una Comunidad más amplia, en el futuro, han sido baldíos y no han cuajado en nada tangible.
Eso hace que las iniciativas para articular una comunidad iberoamericana de naciones., con impulso de la propia sociedad civil, sea prácticamente inexistente. Pero lo cierto es que es ahora cuando todos los países de Iberoamérica deberíamos impulsar desde la sociedad civil proyectos y programas que impulsen las relaciones entre Universidades, empresas, Tercer Sector y también en el plano político. Es obvio que las situaciones de Cuba, Venezuela, Nicaragua, y otros, impide un verdadero marco político común pero no es menos cierto que tendremos que aprender a vivir con esas imperfecciones si queremos avanzar en esa relación fraternal que va mas allá de la coyuntura política. No se trata de idealizar contextos y si de tener claro que Iberoamerica existió hace mas de 500 años y que tenemos que reinventarlo en beneficio de todos los países que deben formar parte de esa comunidad Iberoamericana. Con pragmatismo, con intereses reales que alimenten esa comunidad más allá de los sentimientos.
Existen tres niveles de trabajo; político, que tiene un canal a través de la Secretaria Iberoamericana. Las cumbres prácticamente se quedan en la nada mas absoluta. No se trata solo de inyectar recursos, se trata de tener objetivos comunes que sean medibles y realistas. El segundo es el económico en el que se puede incrementar el flujo de compra ventas, dando prioridad a las relaciones entre empresas de modo que se creen sociedades conjuntas, con intereses comunes. El tercero es el social y ahí el tercer sector debe jugar un papel clave. Solo a modo de ideas para incrementar las relaciones sociales se enumeran algunas para alimentar el debate y que se pueda analizar su viabilidad.

Primera idea; Se debe crear un programa de intercambios de jóvenes de modo que familias y centros educativos se impliquen y hagan que la comunidad sea real. Un aumento del conocimiento de las culturas, y de las relaciones, que aumente los lazos entre países. Existen ya organizaciones que fomentan los intercambios implicando a familias y centros educativos, pero debe existir una especialización en el área iberoamericana. Es evidente que el aprendizaje de una segunda o tercera lengua hace que esas organizaciones tengan éxito, pero aunque tengamos lengua común se pueden y deben buscar otros enfoques. Experiencias de vacaciones, cooperación, etc.
Segunda idea; debe existir un programa de intercambio de estudiantes que permita una movilidad académica que dé sus frutos en el medio y largo plazo. En la práctica seria un erasmus gestionado por la OEI o la Secretaria General Iberoamericana con el objetivo de hacer comunidad iberoamericana.
Tercera idea; Los puestos de difícil cobertura deben canalizarse a través de una plataforma común de gestión de ofertas en el espacio iberoamericano. No tiene sentido que exista inmigración ilegal con países hermanos. Al menos se debe tratar de reducir con sistemas a los que podamos recurrir los ciudadanos. En el pasado fue hacia América, hoy el flujo es hacia España y Portugal, en el futuro no lo sabemos. Crear canales estables y adecuados que den respuesta a las necesidades de todo tipo es el trabajo de los políticos, pero lo harán con mas interés si la sociedad presiona adecuadamente y si es percibido como una necesidad o una oportunidad.
Cuarta idea; abaratar los viajes entre los 22 países de Iberoamérica. Sin interferir en la libre competencia, y sin incumplir con las normas de la UE, se deben buscar métodos que permitan un mayor volumen de tránsitos entre todos los países miembros de la OEI. Si hace 500 años se logró un volumen de comunicaciones elevado, quinientos años después de debería lograr un tránsito mucho mayor.
Quinta idea; facilitar que la redes con sede y socios en más de 7 países cuenten con el estatus de organismo consultivo de la SEGIB, lo que les permitiría poder aportar propuestas, ser escuchadas y participar en programas creados para el tercer sector iberoamericano de forma específica. A cambio deberían cumplir con criterios de transparencia, democracia interna, y criterios reputacionales como reconocimiento de redes nacionales, publicación de cuentas, planes de trabajo y otros como auditoria de cuentas, evaluaciones externas, etc.
Sexta idea; en relación con el punto anterior, facilitar un programa de intercambio de técnicos de entidades sociales, de modo que se produzcan el mayor numero de interacciones posibles entre entidades sociales de los diferentes países.
Séptima idea; Crear el foro iberoamericano del tercer Sector, que funciones en paralelo a las cumbres iberoamericanas como parte del impulso que se trata de realizar con cada cumbre y que fomente las interrelaciones entre las entidades sociales y que sirva de estímulo y presión a los Gobiernos de la Comunidad iberoamericana.
Octava idea; favorecer el patrocinio y mecenazgo en el espacio Iberoamericano, de modo que las empresas se puedan involucrar en ese ámbito. Hacer que sea atractivo y que rompa con nacionalismo cortoplacistas.
Son solo ideas para lo importante; hacer crecer el espacio común iberoamericano.