Crisis económica, Unión Europea y Tercer Sector; Propuestas.
Todas las crisis nos zarandean y hacen emerger cosas que, en la comodidad, mejor no tocar, no aflorar, no decir o no hacer. Pero eso también puede ser una oportunidad de Cambio Social.
EL boquete que esta crisis va a suponer en las cuentas públicas va a obligar a España – no al gobernante de turno, al país, a veces conviene reseñarlo – a solicitar ayuda al MEDE, u otras formas de solicitar recursos a la Unión Europea y, en ese contexto, se leen o escuchan numerosas opiniones sobre las posiciones que tal o cual país adopta en relación con esas ayudas. Y eso genera, a su vez, opiniones encontradas.
En los últimos días hemos podido conocer encuestas que dicen que la mitad de los españoles se siente ahora menos europeos que antes de la crisis, pero ¿qué autocritica realizamos como país? ¿qué opinión tienen las diferentes administraciones públicas? ¿y la sociedad civil organizada?
Es obvio que todos los países de la UE son miembros de la unión porque desean recibir apoyo cuando lo necesitan, aunque conviene recordar que cuando a países como España le toca comenzar a ser país contribuyente neto en beneficio de los nuevos países que se incorporan, rápidamente, comienza a no gustar. Lo mismo ocurre cuando desde un punto de vista critico se piden cuentas al tercer sector sobre la ingente cantidad de recursos proveniente de la UE que hemos invertido, malgastado o aplicado a programas. Nadie puede decir que esos recursos se han invertido bien, a poco crítico que se pueda ser en el análisis. Ni en las políticas de formación, ni de desarrollo local, aunque sí parece existir cierto consenso en que se han aplicado de forma más acertada en lo relativo a infraestructuras – sin olvidar los casos de corrupción -, quizás porque si no se ven es difícil justificarlas.
Cuando los países aportantes de recursos – los del norte – nos critican por vividores, juerguistas o bebedores, olvidan que los recursos que nos daban durante todos estos años los cobraban bien caros multiplicados en las empresas que nos vendían la maquinaria, en obra pública, en cuotas en todos los sectores de su interés, etc. Conviene recordarles que ha sido un excelente negocio para ellos. Que un país como Alemania, que fue humillado tras la primera guerra mundial, no entienda lo que generó esa humillación y a lo que nos llevó al mundo entero habla poco y mal de la inteligencia colectiva de los pueblos. ¿Qué tipo de resentimientos queremos crear con griegos, portugueses, españoles, italianos?
Nadie actúa de forma generosa sin más. No parece que así la UE pueda consolidarse como bloque frente a las potencias emergentes o las consolidadas. Tampoco lo hacemos internamente cuando tal o cual Comunidad critica a otra por los recursos, por no hablar de los que directamente mienten a sus ciudadanos diciéndoles que tal o cual comunidad nos roba y que independientes viviríamos mejor. Como si no hubiese sido, y lo sigue siendo, un excelente negocio de unas Comunidades que fueron priorizadas sobre otras y que fueron levantadas con el esfuerzo de la práctica totalidad del resto de Comunidades Autónomas, mal que les pese ahora. Aunque eso es otra historia conviene ver que las dinámicas son las mismas cuando hablamos del negocio.
España en este momento deberá solicitar recursos, también Italia, y quizás otros países, y la UE debería volcarse sin más discusión. Porque si, por ser Unión. Porque para eso nació y solo será si actúa así. Y así se desactiva el nacionalismo que peligrosamente emerge en todos los estados miembro. Sin embargo, no escucho ninguna autocritica por los llamados viernes sociales donde, para ganar unas elecciones, se gastaba del presupuesto – debería estar prohibido – y se aumentaba la deuda, y se hacía sabiendo que el presupuesto era el del año anterior, y del anterior, prorrogado. Mientras nuestro vecino Portugal ha reducido deuda sin recortar a los ciudadanos en la última década – si diez años – aquí la hemos aumentado sin rubor. Al final de esta mal hadado 2020 la habremos duplicado respecto al primer mandato del Presidente Zapatero. Ni uno ni otro partido de Gobierno han querido mirar la realidad de frente, no han querido hacer lo más importante; decirles a los ciudadanos que había que cambiar de pensamiento, sacrificarse, reinventar nuestra economía, reducir gastos y reordenarlo en prioridades claras. Para ganar votos no se pueden subir unos euros las pensiones si ello es claramente ineficiente y poco beneficia a los que lo reciben. Los Ayuntamientos, por el contrario, se les controló el gasto y eso ha permitido sanear sus deficitarios presupuestos. ¿por qué no se hizo con las CC.AA.? Seguramente la situación política no lo permitía. Es mas fácil poner en su sitio a un Ayuntamiento, o diez, que, a las Comunidades Autónomas, máxime si se mezcla la gestión con la política. Pero la sociedad civil no presionó en esa dirección y sigue sin hacerlo. Nadie quiere dar malas noticias ni ser el que propone recortar. Preferimos ser muy de nuestra tierruca, aunque ello sea perjudicial para nuestros ciudadanos. Mejor ser muy nacionalista que exigir a nuestros gestores públicos, salvo que no sean de los nuestros, claro está.
También es más fácil hacer demagogia en estas situaciones. No se puede decir que para ayudar a la Banca si se ha pedido dinero a la UE y que para la gente y lo social no. Es de una irresponsabilidad manifiesta cuando se sabe que la Banca no ha pedido un solo céntimo y que los recursos han ido destinados a las cajas de ahorro saqueadas por los políticos y que, por su culpa, las hemos perdido. Políticos, sindicatos, patronal…Todos. Como si el problema fuese el modelo de ahorro – ahí están las cajas alemanas y austriacas, suizas, etc. – y no los políticos metiendo sus manos en los recursos que jamás debieron tocar. ¿les pedimos ahora a los bancos que ayuden? ¿nos planteamos que si ahora están fuertes es porque nos obligaron a cumplir con los requisitos de la UE para la banca? Es curioso que ahora Ayuntamientos y bancos, por su control en esta década, pueden afrontar mejor esta crisis. No parece que esto plantee ninguna línea de análisis entre nuestros representantes públicos. ¿con que cara los que ponían a caer de un burro a la Banca ahora le dicen que tiene que arrimar el hombro? Si la función social de la Banca existe entonces ¿cómo les podemos criticar si hubiesen pedido dinero en la crisis anterior? Y si, además, no lo hicieron y les criticamos ¿qué hacemos con esos políticos irresponsables que para pastorear su ganado político tergiversan la realidad? Dicho eso, claro que la Banca debe profundizar en el modelo de banca social. Incluso forzando que una parte de su beneficio deba invertirse en obra social como lo hacían las cajas. Otra reivindicación para el tercer sector y una oportunidad para que la Banca se aproxime a los ciudadanos.
Para pedir con máxima convicción y exigencia primero se tiene que hacer los deberes y aquí no los hemos hecho. Quizás por eso el presidente de Portugal no tiene ningún problema en sacarle los colores al Ministro de Finanzas holandés y decirle que sus exposiciones públicas son inaceptables. Incluso cuando el país atacado es España y no el suyo.
Muchos exigen ahora los coronabonos ¿por qué deberían aceptarlos Merkel como representante de Alemania? Mutualizar deuda es obligarse al copago con el presupuesto propio y de forma solidaria. ¿estaría España dispuesta a aceptar que a cambio nos obligasen a recortar cada año x % del PIB para abonar su parte? ¿Pedimos con un mínimo de sentido común? No es lo mismo pedir que se mutualice la deuda que solicitar ayuda por grande que sea esa ayuda. Si la política monetaria está en manos de la UE es claro que allí es donde debemos acudir, pero es igualmente lógico que quien gestiona los recursos de la UE ponga las cosas claras como ocurría en cualquier estado federado o como España lo hace con sus Ayuntamientos.
Europa, que también somos nosotros, debemos ayudar, pero para ello es preciso que exista un plan global de ajuste y de estímulo – que no son incompatibles -. Mientras en otros países los diputados y gobierno se han quitado un mes de salario simbólico para ayudar a entidades sociales aquí ni se plantea el debate. Ni si quiera como forma de hacer pedagogía pública.
Plantear todo esto en el Tercer Sector es que te cataloguen inmediatamente de facha, neoliberal y te lo dirá alguien que será un funcionario del tercer sector y que no quiere introducir el más mínimo elemento de análisis crítico en sus acciones o pensamientos. Es bueno tener prejuicios que nos dan seguridad y que nos ayudan a trepar en nuestra tribu o club pero así no se avanza. Que cambie todo para que nada cambie, esa es la norma en el tercer sector. Y también el algunas formaciones políticas.
Quizás esta crisis nos puede servir para reintroducir la cultura del esfuerzo, para reordenar prioridades, gasto, inversión y para ser más exigentes con nosotros mismos.
¿y entre los representantes y dirigentes del tercer sector? ¿alguna lección que aprender? ¿o cada cual prefiere seguir siendo la correa de transmisión de su partido, sindicato, etc. para colocarse después? Así el Tercer Sector no se hace más fuerte.
Parece que estas cosas nos quedan muy lejos de nuestros usuarios, de nuestra tarea diaria, pero, evidentemente, la UE lo marca y orienta todo de arriba abajo y quizás ha llegado el momento de reorganizar el tercer sector y ser más exigentes con nuestros representantes públicos. Aunque los que gobiernen sean de los nuestros, o no. También a nivel europeo.
En definitiva, Europa nos afecta cada vez más. Cuando llegan las crisis económicas vemos que la cesión de nuestra política monetaria nos ata de pies en manos en beneficio de quien tenía, y tiene, una posición predominante y no somos capaces de avanzar en los demás campos – crisis migratoria, defensa, energía, política exterior común -. Eso perjudica el proyecto común e impide su desarrollo.
Necesitamos más pedagogía, más proyecto europeo y menos nacionalismo de uno u otro signo. Ese cambio solo puede venir de la sociedad civil organizada, es decir, del tercer sector.
PROPUESTAS
- Asociación y fundación europea con registro en la UE- supraestatal -. Requisitos fáciles y directos; sede en tres estados o más, sistemas de transparencia, etc.
- Elección directa de presidente de la Comisión por parte de los ciudadanos.
- Líneas de financiación del tercer sector, en régimen de concurrencia competitiva, y directamente a la UE, a través de las oficinas de la UE en los estados miembro (menos influencia estatal en la asignación de esos recursos para la sociedad civil).
- Redes europeas del tercer sector, especializadas y con capacidad de llegar a las instituciones europeas y al ámbito regional y local en un camino de ida y vuelta que fortalezca a las entidades sociales y por ende a los usuarios.
- Exigir a las instituciones financieras que destinen un % de su beneficio anual a programas sociales. Como lo hacían las obras sociales de las cajas de ahorro o como lo hacen las fundaciones de alguno de los actuales bancos.
Seguro que faltan muchas pero es una forma de empezar a articular un sociedad civil europea y que no sea incompatible con los Estados y regiones de la UE.