LA RED DE REDES DE ECONOMÍA ALTERNATIVA Y SOLIDARIA (REAS), por Luis Enrique Espinoza (3 de 4)

LA RED DE REDES DE ECONOMÍA ALTERNATIVA Y SOLIDARIA (REAS), por Luis Enrique Espinoza (3 de 4)

25th enero 2021 Uncategorised 0

En nuestro país la referencia organizativa de la Economía solidaria es REAS Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria, con carácter confederal compuesta a su vez por 15 redes territoriales y 4 sectoriales que aglutinan a casi 800 entidades y empresas, con la participación de casi 44.000 personas: 19.000 contratadas y 24.000 voluntarias y con unos ingresos anuales de más de 700 millones de euros. Ha logrado articular sectores clave como las finanzas éticas, las energías renovables, el comercio justo, la recuperación y reutilización de residuos, la inserción laboral, el consumo de alimentación ecológica, los seguros éticos o la comunicación. REAS trabaja desde una triple vertiente: como un enfoque de economía crítica, como un conjunto de prácticas de economía alternativa y como un movimiento que busca la transformación social.

 

Jurídicamente es una asociación de carácter no lucrativo, sin filiación partidista o religiosa alguna que se encuentra conectada con el resto de familias de la Economía social a través de su participación en CEPES. 

En sus 25 años de andadura, desde su constitución en 1995, ha buscado el fortalecimiento del movimiento de la Economía solidaria en todo el estado, profundizando en su capacidad como sujeto de transformación social a partir de los valores y prácticas recogidas en la Carta de Principios de la Economía Solidaria que constituye su elemento de referencia y aglutinador y que se resumen así:

 

Equidad. Que introduce un principio ético o de justicia en la igualdad.

 

Trabajo. Afirma la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo.

 

Sostenibilidad ambiental. La actividad productiva y económica está relacionada con la Naturaleza y por ello una buena relación con ella es una fuente de riqueza y salud.

 

Cooperación. La Economía solidaria está basada en una ética participativa y democrática que quiere fomentar el aprendizaje y el trabajo cooperativo entre personas y organizaciones.

 

Sin fines lucrativos. El modelo económico que practica la Economía solidaria tiene como finalidad el desarrollo integral, colectivo o individual de las personas, y como medio, la gestión eficiente de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente rentables, cuyos beneficios se reinvierten y redistribuyen.

 

Compromiso con el entorno. Participación en el desarrollo local sostenible y comunitario del territorio implicándose en redes y cooperando con otras organizaciones del tejido social y económico cercano.

Entre los objetivos de REAS se encuentran la incidencia social y política para la promoción de la Economía social y solidaria, a través de la contratación pública y de la interlocución institucional, el fortalecimiento del trabajo en red mediante recursos compartidos o encuentros y por último la consolidación de instrumentos clave como el Mercado social, la Auditoría social y las finanzas alternativas y éticas.

 

El Mercado Social ocupa un lugar central en la estrategia para el crecimiento y el despliegue de la Economía solidaria, creado desde el impulso de la intercooperación y la solidaridad frente a la competencia y las prácticas excluyentes del mercado capitalista convencional. Busca generar un espacio de consumo consciente, crítico y transformador frente al hiperconsumismo, y donde se valoran tanto los trabajos productivos como los reproductivos, estos últimos tradicionalmente invisibilizados y desvalorizados (ASKUNZE y DÍEZ, 2019). Se trata de un “mercado social” que agrupe a las distintas entidades y que permita a consumidores y usuarios acceder fácilmente y de manera reconocible a productos y servicios que ofrezcan aquellas.

 

También hay que destacar que REAS se ha dotado de una herramienta de análisis o certificación propia, la Auditoría o Balance social, que permite evaluar a través de una serie de indicadores cualitativos y cuantitativos la adecuación de los principios de la Carta de la Economía solidaria con las prácticas reales. Pretende garantizar que las empresas y entidades participantes responden realmente a los valores propios de la Economía solidaria y cómo la ciudadanía puede tener la confianza de que su acción está siendo transformadora. Se encuentra lejos de las lógicas de las certificaciones del mercado capitalista, pone en valor los aportes sociales de las prácticas de la economía solidaria, evalúa su desempeño y sus carencias y sirve para la mejora continua (ASKUNZE, 2019 p.28-29).

 

 

Los resultados de la Auditoría social anual se difunden mediante una campaña de comunicación que se apoya en distintos soportes. La última, correspondiente al ejercicio de 2019 y con el lema: “La Economía solidaria enseña el corazón”, incluyó a 495 entidades de REAS, con 14.803 personas trabajadoras y 25.396 voluntarias y 526 millones de euros de facturación. Entre los parámetros analizados se encontraban la equidad en los salarios, el número de mujeres en puestos de responsabilidad, le uso de lenguaje no sexista, la conciliación, la atención emocional, la sostenibilidad ambiental, el compromiso con el entorno (intercooperación, uso de finanzas éticas…), el origen de los ingresos y el reparto de beneficios, entre otros.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

ASKUNZE ELIZAGA, C. (2019) Economía solidaria: transformar la economía para transformar nuestro mundo Bilbao, REAS Euskadi.

 

ASKUNZE ELIZAGA, C. y DÍEZ LÓPEZ, M.A. (2019) “Mercado social: estrategia de despliegue de la Economía Solidaria”, HEGOAK ZABALDUZ nº 15.

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